¿De qué manera las formas de vida no humanas y sus sistemas pueden pensarse como metodologías de creación artística? basándome en nociones de coreografía expandida y en sistemas microscópicos como bacterias y hongos, propongo pensar la creación escénica desde una escala no antropocéntrica. Esta aproximación se enmarca en una ecología de prácticas que abre nuevas estrategias de investigación-creación, donde lo coreográfico se concibe como una forma de organizar materia(les) más allá del cuerpo humano. A modo de ejemplo, compartiré aspectos relevantes de la performance Ensambles Ineludibles (2024), como antecedente de una metodología creativa centrada en la microbiota y los gestos como medios de relación con seres de otras especies.